Un misterioso luchador enmascarado organiza la resistencia para lograr una sociedad más justa, transparente y democrática. Él ha hecho la promesa, junto con sus compañeros, de luchar de dos a tres caídas sin límite de tiempo contra la impunidad y corrupción de su país. En su camino para lograr un país mejor, enfrenta la traición de un amigo y la conciencia de que los cambios reales vienen del interior de cada hombre del pueblo, y no de la mano del gobierno.
DE VÍCTOR HUGO RASCÓN BANDA, MÁSCARA CONTRA CABELLERA LLEGA AL TEATRO DEL PUEBLO
Desde las artes escénicas, las luchas libre y social revisan el panorama político y social del país
Bajo la dirección de Erwin Veytia, se llevará a cabo con funciones los viernes y sábados hasta el 27 de mayo
Máscara contra cabellera, la icónica obra con la que su autor Víctor Hugo Rascón Banda renovó el panorama de la dramaturgia y la puesta en escena a principios de los años ochenta, volverá una vez más a los escenarios, esta vez con la dirección de Erwin Veytia. En la presente versión, las luchas libre y social se combinan para echar una mirada al actual panorama político y social del país y entablar un combate a dos de tres caídas sin límite de tiempo contra la impunidad y la corrupción.
La puesta en escena se escenificará del 12 al 27 de mayo, los viernes y sábados, en el Teatro del Pueblo de la Dirección del Sistema de Teatros de la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México, donde se contará la historia de un misterioso luchador enmascarado que organiza “la resistencia” para lograr una sociedad más justa, transparente y democrática. Ha hecho la promesa, junto con sus compañeros, pero en su camino para lograr un país mejor, enfrenta la traición de un amigo y la conciencia de que los cambios reales vienen del interior de cada hombre del pueblo, y no de la mano del gobierno.
“Para este trabajo nos reúne el amor como aficionados a la lucha libre y el material que reverberó desde la obra de Rascón Banda, así como su visión de la lucha social y la lucha libre como una sola. Es muy atractiva la idea de un héroe dispuesto a hacer todo lo necesario para lograr una sociedad más justa y equitativa, un ejemplo de sacrificio y disciplina al parecer muy difícil de encontrar en nuestros tiempos”, dice el director de escena.
“La propuesta de dirección se apoya en la creación de un mito sincrético, clásico y prehispánico, como un mundo donde los luchadores, rudos y técnicos, se enfrentan todos los días en una eterna lucha, de la cual depende no solo el rumbo de un sindicato de luchadores, sino del país entero”, agrega Veytia.
El texto de la obra presenta dos narrativas. La primera es la historia de Apolo, el misterioso luchador que trabaja por una sociedad justa, mientras que la segunda habla de la historia presente de la sociedad, que es contada a través de los propios actores, mediante un distanciamiento de sus propios personajes, en los que se exponen datos de la realidad.
Toda la puesta en escena ocurre, en efecto, en un ring. Con el uso de barriles de petróleo de diferentes tamaños se crean los distintos espacios y tiempos de la obra, como una estación de autobuses, las taquillas de la arena y el cuadrilátero donde se lleva a cabo la última pelea.
Dice Erwin Veytia: “Adaptamos el texto del reconocido escritor Víctor Hugo Rascón Banda para actualizarlo en su contexto y hablar de los tiempos que vivimos en nuestro país, donde el sistema de justicia ha fracasado y las personas que están al mando desvían los recursos del pueblo para comprarse lujosas casas de primer mundo”.
Rascón Banda era consciente de cómo en este espectáculo se mezclaban los elementos místicos y mágicos de nuestra cultura, que no son otra cosa sino el reclamo por una sociedad más, igualitaria, transparente y democrática. Eso convierte a nuestro héroe Apolo en una persona única en un país con sed de justicia.
En el montaje participan los actores y actrices Clementina Guadarrama, Marcela Feregrino, José Luis Pérez Hernández, Armando Bautista, Oscar Serrano, Félix Terán, Emiliano Yáñez, Elena Gore, Alejandro Romero, Enrique Alejandro Ortega, Abraham Ugalde, Alberto Santiago e Ignacio Velasco. La iluminación es de Braulio Amadís, musicalización de Alberto Santiago y Orión en el entrenamiento luchístico.
La piloto XYZ es una mujer de cuarenta años bisexual que huye de la guerra y busca un territorio que habitar, en su camino se encuentra en cartografías que le asfixian, se da cuenta que la soledad es el camino para su libertad, así que construye un artefacto volador que la eleva por los cielos para buscar otros territorios.
UNA PILOTO ATERRIZA CON UN ESPECTÁCULO DE TEATRO-CABARET EN EL FORO A POCO NO
Patas para qué las quiero si tengo alas pa’la voladera o Chiquita feroz tendrá funciones del 25 de mayo al 4 de junio, de viernes a domingo
La propuesta es una creación de Yanet Miranda
Con un espectáculo de teatro-cabaret, a cargo de Yanet Miranda, el próximo 25 de mayo iniciará la séptima edición del ciclo de artes escénicas Entre lenchas, vestidas y musculocas, organizado por la Dirección del Sistema de Teatros de la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México con la finalidad de dar espacios a voces, pensamientos y acciones encaminadas a honrar, celebrar y festejar a la comunidad Lésbico, Gay, Bisexual, Transgénero, Transexual, Travesti, Intersexual, Queer y más (LGBTTTIQ+).
Tocará precisamente al espectáculo Patas para qué las quiero si tengo alas pa´la voladera o Chiquita Feroz comenzar la edición de este año, con música en vivo interpretada por Monserrat Figueroa. Se trata de una propuesta artística de teatro, música y cabaret que se presentará del 25 de mayo al 4 de junio, con funciones de viernes a domingo, en el Foro A Poco No.
Entre música y canciones, verdades y ficciones, la comedia musical cuenta la historia de la Piloto XYZz, una mujer de cuarenta años y bisexual que huye de la guerra y busca un territorio que habitar. En su trayecto se encuentra con “cartografías” que le asfixian y se da cuenta que la soledad es el camino para su libertad, por lo que decide construir un artefacto volador que la eleve por los cielos para buscar “otros territorios”.
De esta forma, la mujer comienza un viaje de renuncia, después de transitar por distintas etapas que –en menor o mayor medida– “siguen replicando conductas patriarcales”, por las cuales se siente oprimida y la orillan a huir y buscar su propia tierra, la de nadie más.
“La exigencia hacia nosotras sigue estando en el top patriarcal”, afirma la actriz y directora Yanet Miranda. Por eso, dice, el personaje se plantea distintas preguntas durante el espectáculo: ¿por qué es tan difícil el amor después de tanta chamba de deconstrucción y con tantas aplicaciones?, ¿o si es un hombre por no desear tener hijas?, ¿o si es una mala feminista por no funar a otra mujer?, ¿por qué las personas buenas niegan la guerra?, ¿el movimiento LGTBTTTI es “machín” o es ella la que no se haya en ninguna letra?
El personaje no deja de plantearse interrogantes y en ese dilema descubre que necesita traicionarlo todo, incluso a ella misma, para poder comenzar de nuevo. Es por ello que construye ese “raro artefacto volador no identificado” para irse sola por ahí a buscar su pedacito de tierra.
Pero el enemigo la localiza y ataca. “¿Qué pasará con ella?, ¿sobrevivirá?, ¿qué pasará?, ¿qué misterio habrá?, ¿puede ser su gran noche?”, si el público quiere saber el final tendrá que asistir a la función y disfrutar de un espectáculo que le hará gozar con la mezcla musical que se ha preparada en vivo y con exuberantes animaciones.
Yanet Miranda es una actriz, dramaturga y directora de escena, cofundadora de la compañía Las HHH y de Tercer Teatro. Becaria de programas Creadores Escénicos, Fomento y Coinversiones del Sistema de Apoyos a la Creación (PECDA CDMX), Fondo Semillas, Colectivos Comunitarios y el British Council México.
Recibió el premio a “Mejor unipersonal de humor” en el X Festival Iberoamericano de Teatro Cumbre de las Américas en Mar del Plata, Argentina. Ha participado en festivales en Argentina, Brasil, Ecuador, Uruguay y México. Ha sido nominada a premios de la Asociación de Críticos y Periodistas de Teatro (ACPT) y Los Metro.
En el espectáculo participan, además, en el diseño de videomapping, Azeneth Farah; en las ilustraciones y giffs, Alina Tonali; en la composición musical, Monserrat Figueroa, y en la asistencia de dirección, Lucía Corbello.
Durante mayo, junio y julio, el colorido y la fiesta así como la denuncia y la reflexión, llegan con la séptima edición de Entre Lenchas, Vestidas y Musculocas, un amplio abanico de propuestas artísticas que abordan múltiples temáticas con relación a la diversidad de identidades y la importancia de su reconocimiento e integración en la sociedad actual. Creado, programado y organizado por Teatros Ciudad de México, el ciclo comprende espectáculos de Teatro, Danza, Música, Cabaret, Propuestas para infancias, Stand up, Drag, Ballroom, Artes visuales y Actividades especiales.
Dos actores dicen ser los nietos del máximo icono norestense de cultura popular, el señor Eulalio González “El Piporro”. Estos fieles seguidores fundadores de la religión Piporresca buscan adentrar a los espectadores en la vida alucinante del que dicen que fue su abuelo, a través de la frecuencia modulada de su programa: Radio Piporro y Los Nietos de Don Eulalio.
En este viaje, se entreteje la ficción, el falso documental, destellos históricos de Nuevo León y la biografía de estos supuestos nietos de El Piporro para mostrar la violencia del norte.
DE MONTERREY, NUEVO LEÓN, LA COMPAÑÍA LA CANAVATY LLEGA CON RADIO PIPORRO Y LOS NIETOS DE DON EULALIO
Escrita y dirigida por Víctor Hernández, es una pieza que aborda identidad cultural, amor, muerte y olvido en el noroeste, a partir de Eulalio González El Piporro
La compañía de teatro La Canavaty, de Monterrey, Nuevo León, estará en la Ciudad de México para presentar Radio Piporro y los nietos de Don Eulalio, pieza que aborda temas como la identidad cultural, el amor y la muerte como manera de olvido, así como la otredad, a partir de uno de los personajes más populares y queridos del norte del país: Eulalio González El Piporro.
Escrita y dirigida por Víctor Hernández, quien actúa junto con Roberto Cázares, la puesta en escena hará una temporada del 18 al 28 de mayo, de jueves a domingo, en el Teatro Benito Juárez de la colonia Cuauhtémoc, con el apoyo de la Dirección del Sistema de Teatros de la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México.
Radio Piporro y los nietos de Don Eulalio se trata de un viaje delirante en el que se entretejen la ficción, el falso documental, algunos destellos de la historia del estado de Nuevo León y la autobiografía de los propios actores, para mostrar “la inherente violencia que se vive en el norte, a partir de una constante confrontación con su sentido de pertenencia y su identidad cultural”, según el propio Hernández.
Entre verdad y ficción, la pieza cuenta la historia de dos actores que “dicen ser” nietos del máximo ícono de la cultura popular del noreste del país: Eulalio González Ramírez El Piporro. Estos fieles seguidores buscan adentrar a los espectadores en la vida alucinante de su “abuelo” a través de la frecuencia modulada de su programa “Radio Piporro y Los nietos de Don Eulalio”.
Con esta metaficción historiográfica se adentran en la vida alucinante de su personaje idolatrado. Se representan a través de él para contar desde su nacimiento su eterno escape de “los colonizadores reptilianos sefarditas” (que dominan la ciudad y tienen el gran poder económico) que controlan Perros bravos y que, al capturarlo, pretenden adjudicarle una cultura que no le pertenece.
Víctor Hernández comenta: “Al hacerme preguntas sobre el contexto geográfico donde nací y en el origen de mi ascendencia, me encontré con el único vestigio que me revelaría respuestas y me empatizaba con mi abuelo: un disco de El Piporro.
“Ante la inexpresividad y el delirio de mi abuelo para relatarme su historia de vida y sin encontrar objetos significativos en sus pertenencias –dice–, decidí re-significar su historia fusionando su vida con la de Eulalio González y con la mía”.
Con la fusión de esta primera, segunda y tercera persona construí un personaje idílico con el propósito de encontrar un sentido al origen de mi existencia. Le di vida a esta figura emblemática para que me represente, representarlo y representarnos, afirma el autor, director y actor de la propuesta.
Y es que, en efecto, en la puesta en escena se tocan temas tales como “el origen de nuestra locura” a través de la crisis de identidad, el amor y la muerte como manera de olvido, y la otredad.
También, la acción que se comparte en esta pieza se construye a partir de pensar la vida de Eulalio González El Piporro, la de Víctor Hernández y la de sus ancestros, tal como fue, tal como pudo ser y como le hubiera gustado al autor que fuera.
En este cruce de tiempos –afirma finalmente el autor– se busca retratar la nostalgia de una cultura que ya no existe, pero que repercute y que es fundamental cuando se cuestiona el sentido de pertenencia y, sobre todo, el origen de su identidad: observamos el pasado, para entender el presente y vislumbrar un futuro.
Para el montaje colabora un amplio grupo de creativos neoleoneses, entre ellos la Producción general de Santiago Martínez, Hiram Kat en el diseño de producción, diseño gráfico y diseño sonoro; Teresa Arias, en las cortinillas musicales; José Luis Benavides en el diseño de iluminación; Miguel Pérez y Ricardo Daniel como coreógrafos, Patrick Casanova como Stage manager, Iván Flores como asistente de producción, Martín Rodríguez como asesor del actor popular, Javier Serna como asesor en artes performáticas y prácticas de lo real, y Luis Martín Garza como asesor de cultura popular norestense.
La propuesta es una Producción Nacional de Teatro realizada con el Estímulo Fiscal del artículo 190 de la LISR (EFIARTES), y un proyecto resultado del programa de Creadores Escénicos del FONCA 2016-2017.
Pam y Mar son amigas desde hace mucho tiempo y su vínculo se construye alrededor del mar, en donde han depositado sus sueños, incertidumbres, secretos, aspiraciones, su forma de vivir y de morir.
El mar es testigo del acontecer en nuestras vidas.
¿Qué sentiste cuando viste el mar por primera vez?
MAREA ALTA, PROPUESTA ESCÉNICA ENTORNO A LA AMISTAD, SUEÑOS Y PÉRDIDAS DE LAS MUJERES
Escrita y actuada por Ireri Romero Leñero, bajo la dirección de Jazmín Cato, se escenificará del 18 al 28 de mayo
Con funciones de jueves a domingo en el Teatro Sergio Magaña
“¿Qué sentiste cuando viste el mar por primera vez?, porque para entrar a la marea alta, hay que estar dispuestas a perderse, lo que sea que eso signifique, porque el mar es testigo del acontecer en nuestras vidas”, a partir de las anteriores reflexiones, la actriz y dramaturga Ireri Romero Leñero escribió Marea alta, un monólogo que retoma elementos de la danza contemporánea, el performance y el teatro a una sola voz para hablar especialmente de mujeres y de mar.
Se trata de una investigación que aborda el tema de la amistad entre mujeres, de los sueños y de sus procesos, así como las pérdidas, “lo que sea que eso signifique porque una mujer nunca pierde realmente”.
La puesta en escena, bajo la dirección escénica de Jazmín Cato y la actuación de la propia Ireri Romero Leñero, se escenificará del 18 al 28 de mayo, de jueves a domingo, en el Teatro Sergio Magaña de la colonia Santa María La Ribera, como parte de la programación de la Dirección del Sistema de Teatros de la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México.
Marea alta cuenta la historia de Pam, quien habla de Mar, y a través del recuerdo una busca a la otra, aquella que se suicidó en el mar. Es, en sí, la historia, la búsqueda que emprende una amiga cuando otra ha sido arrastrada por las olas.
Y por eso habla del duelo, e implica sumergirse en la memoria de aquello que reconocemos como ausente. La propuesta, entonces, hace una analogía del mar y viaja como la historia de dos amigas que navegan con amor, rabia y ternura.
“Somos mujeres hablando de mujeres, construyendo nuestras propias narrativas y miradas –afirma la autora e intérprete Ireri Romero Leñero–. Y hablamos desde nuestro interior y lo colectivo, de sentires que ahogan pero también de otros que nos acarician y hacen nadar entre olas: un viaje turbulento en el mar del duelo, reencuentro con una misma y con nuestra memoria”.
Y comenta: “Decidimos hablar de nosotras desde la ternura, sabiendo que la violencia nos atraviesa todos los días, que creamos mientras esta realidad nos abre heridas, una y otra vez. Y creamos desde nosotras y con nosotras, porque hace mucho tiempo que nos han narrado desde la mirada masculina, y ahora nuestras voces en escena cambian y construyen esa realidad. En nuestro arte está nuestra rabia, dolor y resiliencia”.
La directora de escena Jazmín Cato subraya por su parte: “Hablamos de nosotras porque, aún caminando un mundo hostil, somos todas las posibilidades que hemos construido juntas, porque resistimos todos los días, con amigas, olas y con cada atardecer que vemos”.
Y asegura. “Este laboratorio breve que dirigí con ojos, oídos y manos abiertas, nos ha atravesado la cuerpa y ha perforado memorias, para recordarnos a ellas, a las razones, a los sueños y al amor que creemos haber perdido."
“Es un texto que trajo de vuelta el rostro de una amiga mía que decidió perderse hace casi diez años. Que se hizo en memoria de aquellas que nos enseñaron a hacer el teatro que anhelamos. No sabemos si esta obra significará lo mismo para todas, porque el viaje nunca es el mismo, pero les extendemos el corazón desde esa incertidumbre, desde la digna rabia ante la muerte, desde la ternura radical para la reconciliación y duelo: desde el amar al mar, y amar al teatro”.
La puesta en escena surgió de un laboratorio a partir de la convocatoria BRUJAS: Nuevas dramaturgias para la producción escénica feminista 2022-2023, del Foro Shakespeare. Cumplió una breve temporada en ese espacio y ahora se presentará en el Teatro Sergio Magaña.
Participan además, en el diseño de escenografía, Milah Romero; en el diseño de vestuario y de iluminación, Michelle León; en el diseño sonoro, Rodrigo Ramos y en la fotografía para difusión, Cynthia Márquez, Luis Quiroz, Diana Bazan y Vale Bernal.