Receta: se mezcla un poco de historia, una generosa porción de genialidad italiana, una parte de teatro de papel y mucha música interpretada en vivo. Se deja marinar al fresco de la noche y obtendremos un espectáculo que llevará a sumergirnos en una de las más profundas pasiones de Leonardo Da Vinci: la cocina y sus secretos.
La propuesta muestra la muy poco conocida faceta de Da Vinci como amante de la comida, cocinero, dueño efímero de una taberna y maestro de festejos y banquetes en la corte de Milán durante treinta años.
Basada en El divino Narciso (1692) de Sor Juana Inés de la Cruz, la naturaleza humana, personaje alegórico, busca a Narciso en medio del bosque con ayuda de ninfas y pastores, pero la sílfide Eco, el amor propio y la soberbia, planean enamorar a Narciso e impedir que este se reúna con ella.
La historia de un hombre que venció a la muerte por su amor a la naturaleza humana es narrada mediante un espectáculo de cine, literatura y música en vivo.
Agrupación de mujeres músicas que cantan y bailan para significar el ser mujer, de barrio, indígena, negra, periférica, lesbiana y libre.
Su música es rebelde, pues no se coloca en ningún género musical, es una fusión libre y desafiante que a la vez es un homenaje a las raíces musicales que colorean a Abya Yala Ameráfrika con un toque de urbanidad.
Ser Corroncha es inventar en colectiva, crear a partir de historias, sueños y vivencias, apostando por la revolución, la re existencia y la alegre rebeldía.
CORRONCHA SON LLEVARÁ SU CUMBIA FEM POWER AL FORO A POCO NO
La agrupación se presentará los días 19, 20 y 21 de mayo en el recinto del Centro Histórico para ofrecer su repertorio dedicado a la defensa de los derechos humanos
El grupo Corroncha Son estará con su Cumbia Fem Power, en el Foro A Poco No, para celebrar su quinto aniversario y ofrecer tres únicos y especiales conciertos, con el apoyo de la Dirección del Sistema de Teatros de la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México. Formada por Fania Delena (jarana, trompeta y voz), Dayana Vázquez (percusiones), Perla Villalba (bajo) y Jessica Esther Moreno "La Negra Mexa" (acordeón y voz), la agrupación feminista deleitará al público con sus fusiones de cumbia, rumba, son jarocho y rap para enviar su mensaje por y para las mujeres en defensa de las comunidades negras e indígenas, así como de la diversidad sexual.
“Corroncha” es una palabra colombiana que se utiliza para nombrar a las personas extravagantes y escandalosas en su forma de vestir, bailar, charlar y cantar. Las mexicanas reivindican el vocablo y lo toman como nombre para hablar y cantar como mujeres músicas que trabajan desde hace más de cinco años como una colectiva.
Han viajado a distintas latitudes del mundo para compartir escenarios con diversas colectivas y agrupaciones. Las integrantes retroalimentan cada encuentro y aportan desde la diversidad en que vive cada una de ellas.
La música de Corroncha Son es el grito y denuncia de las mujeres desde su Luna, una voz femenina que quiere cantar y decir la realidad sin tapujos para encontrar en estos cantos una trinchera ante la realidad femenina. “Nos parece importante utilizar la música como una herramienta para hablar de nosotras y llegar a todos los espacios posibles, ya que al hablar de nosotras estamos hablando de la sociedad entera”, afirman.
Su objetivo es cantar sobre la complejidad, el goce y las intersensibilidades del cuerpo femenino, y aportar a una reflexión que incite a la reivindicación de la mujer, así como a la sororidad que da la creación de redes.
“Somos una agrupación conformada solo por mujeres y desde nuestras experiencias coincidimos en el enorme trabajo que nos ha costado ser visibilizadas, incluso entre nuestros colegas. Es por eso que consideramos vital el reconocimiento no sólo de nosotras, sino de otras compañeras artistas en el mismo camino”.
La razón de nuestro proyecto –afirman– es “corronchear” no sólo desde el concierto sino también desde el encuentro, a fin de compartir, crear redes, aprender y desaprender desde el intercambio que nos hagan entender la realidad en la que vivimos, alimentar nuestras raíces musicales y explorar los ritmos que hacen parte de Latinoamérica, rescatando nuestras raíces como pueblos en resistencia.
A la par, afirman ser también “mujeres urbanas que partimos de la realidad que nos rodea. Es por eso que procuramos la fusión de ritmos tradicionales con lo contemporáneo, como el rap, el spoken, las performatividades y las poéticas que nos han determinado”.
Corroncha Son es, pues, una propuesta de intervención musical de las canciones originales del grupo, vinculadas a una reflexión sobre lo que significa ser mujer en esta sociedad. “A partir de nuestras propias historias y aquellas que hemos recogido en el camino a través del intercambio intercultural, se ha realizado la composición musical que aborda los conflictos de la mujer contemporánea”.
Las presentaciones en el Foro A Poco No serán –consideran las integrantes del grupo– la voz de nosotras y de todas las mujeres que expresan la importancia de la visibilización y respeto por la diversidad femenina, ya que “nuestro objetivo es fomentar la reflexión y la crítica al ideal de mujer impuesto por esta sociedad en la que vivimos”.
Dos actores dicen ser los nietos del máximo icono norestense de cultura popular, el señor Eulalio González “El Piporro”. Estos fieles seguidores fundadores de la religión Piporresca buscan adentrar a los espectadores en la vida alucinante del que dicen que fue su abuelo, a través de la frecuencia modulada de su programa: Radio Piporro y Los Nietos de Don Eulalio.
En este viaje, se entreteje la ficción, el falso documental, destellos históricos de Nuevo León y la biografía de estos supuestos nietos de El Piporro para mostrar la violencia del norte.
DE MONTERREY, NUEVO LEÓN, LA COMPAÑÍA LA CANAVATY LLEGA CON RADIO PIPORRO Y LOS NIETOS DE DON EULALIO
Escrita y dirigida por Víctor Hernández, es una pieza que aborda identidad cultural, amor, muerte y olvido en el noroeste, a partir de Eulalio González El Piporro
La compañía de teatro La Canavaty, de Monterrey, Nuevo León, estará en la Ciudad de México para presentar Radio Piporro y los nietos de Don Eulalio, pieza que aborda temas como la identidad cultural, el amor y la muerte como manera de olvido, así como la otredad, a partir de uno de los personajes más populares y queridos del norte del país: Eulalio González El Piporro.
Escrita y dirigida por Víctor Hernández, quien actúa junto con Roberto Cázares, la puesta en escena hará una temporada del 18 al 28 de mayo, de jueves a domingo, en el Teatro Benito Juárez de la colonia Cuauhtémoc, con el apoyo de la Dirección del Sistema de Teatros de la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México.
Radio Piporro y los nietos de Don Eulalio se trata de un viaje delirante en el que se entretejen la ficción, el falso documental, algunos destellos de la historia del estado de Nuevo León y la autobiografía de los propios actores, para mostrar “la inherente violencia que se vive en el norte, a partir de una constante confrontación con su sentido de pertenencia y su identidad cultural”, según el propio Hernández.
Entre verdad y ficción, la pieza cuenta la historia de dos actores que “dicen ser” nietos del máximo ícono de la cultura popular del noreste del país: Eulalio González Ramírez El Piporro. Estos fieles seguidores buscan adentrar a los espectadores en la vida alucinante de su “abuelo” a través de la frecuencia modulada de su programa “Radio Piporro y Los nietos de Don Eulalio”.
Con esta metaficción historiográfica se adentran en la vida alucinante de su personaje idolatrado. Se representan a través de él para contar desde su nacimiento su eterno escape de “los colonizadores reptilianos sefarditas” (que dominan la ciudad y tienen el gran poder económico) que controlan Perros bravos y que, al capturarlo, pretenden adjudicarle una cultura que no le pertenece.
Víctor Hernández comenta: “Al hacerme preguntas sobre el contexto geográfico donde nací y en el origen de mi ascendencia, me encontré con el único vestigio que me revelaría respuestas y me empatizaba con mi abuelo: un disco de El Piporro.
“Ante la inexpresividad y el delirio de mi abuelo para relatarme su historia de vida y sin encontrar objetos significativos en sus pertenencias –dice–, decidí re-significar su historia fusionando su vida con la de Eulalio González y con la mía”.
Con la fusión de esta primera, segunda y tercera persona construí un personaje idílico con el propósito de encontrar un sentido al origen de mi existencia. Le di vida a esta figura emblemática para que me represente, representarlo y representarnos, afirma el autor, director y actor de la propuesta.
Y es que, en efecto, en la puesta en escena se tocan temas tales como “el origen de nuestra locura” a través de la crisis de identidad, el amor y la muerte como manera de olvido, y la otredad.
También, la acción que se comparte en esta pieza se construye a partir de pensar la vida de Eulalio González El Piporro, la de Víctor Hernández y la de sus ancestros, tal como fue, tal como pudo ser y como le hubiera gustado al autor que fuera.
En este cruce de tiempos –afirma finalmente el autor– se busca retratar la nostalgia de una cultura que ya no existe, pero que repercute y que es fundamental cuando se cuestiona el sentido de pertenencia y, sobre todo, el origen de su identidad: observamos el pasado, para entender el presente y vislumbrar un futuro.
Para el montaje colabora un amplio grupo de creativos neoleoneses, entre ellos la Producción general de Santiago Martínez, Hiram Kat en el diseño de producción, diseño gráfico y diseño sonoro; Teresa Arias, en las cortinillas musicales; José Luis Benavides en el diseño de iluminación; Miguel Pérez y Ricardo Daniel como coreógrafos, Patrick Casanova como Stage manager, Iván Flores como asistente de producción, Martín Rodríguez como asesor del actor popular, Javier Serna como asesor en artes performáticas y prácticas de lo real, y Luis Martín Garza como asesor de cultura popular norestense.
La propuesta es una Producción Nacional de Teatro realizada con el Estímulo Fiscal del artículo 190 de la LISR (EFIARTES), y un proyecto resultado del programa de Creadores Escénicos del FONCA 2016-2017.
Pam y Mar son amigas desde hace mucho tiempo y su vínculo se construye alrededor del mar, en donde han depositado sus sueños, incertidumbres, secretos, aspiraciones, su forma de vivir y de morir.
El mar es testigo del acontecer en nuestras vidas.
¿Qué sentiste cuando viste el mar por primera vez?
MAREA ALTA, PROPUESTA ESCÉNICA ENTORNO A LA AMISTAD, SUEÑOS Y PÉRDIDAS DE LAS MUJERES
Escrita y actuada por Ireri Romero Leñero, bajo la dirección de Jazmín Cato, se escenificará del 18 al 28 de mayo
Con funciones de jueves a domingo en el Teatro Sergio Magaña
“¿Qué sentiste cuando viste el mar por primera vez?, porque para entrar a la marea alta, hay que estar dispuestas a perderse, lo que sea que eso signifique, porque el mar es testigo del acontecer en nuestras vidas”, a partir de las anteriores reflexiones, la actriz y dramaturga Ireri Romero Leñero escribió Marea alta, un monólogo que retoma elementos de la danza contemporánea, el performance y el teatro a una sola voz para hablar especialmente de mujeres y de mar.
Se trata de una investigación que aborda el tema de la amistad entre mujeres, de los sueños y de sus procesos, así como las pérdidas, “lo que sea que eso signifique porque una mujer nunca pierde realmente”.
La puesta en escena, bajo la dirección escénica de Jazmín Cato y la actuación de la propia Ireri Romero Leñero, se escenificará del 18 al 28 de mayo, de jueves a domingo, en el Teatro Sergio Magaña de la colonia Santa María La Ribera, como parte de la programación de la Dirección del Sistema de Teatros de la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México.
Marea alta cuenta la historia de Pam, quien habla de Mar, y a través del recuerdo una busca a la otra, aquella que se suicidó en el mar. Es, en sí, la historia, la búsqueda que emprende una amiga cuando otra ha sido arrastrada por las olas.
Y por eso habla del duelo, e implica sumergirse en la memoria de aquello que reconocemos como ausente. La propuesta, entonces, hace una analogía del mar y viaja como la historia de dos amigas que navegan con amor, rabia y ternura.
“Somos mujeres hablando de mujeres, construyendo nuestras propias narrativas y miradas –afirma la autora e intérprete Ireri Romero Leñero–. Y hablamos desde nuestro interior y lo colectivo, de sentires que ahogan pero también de otros que nos acarician y hacen nadar entre olas: un viaje turbulento en el mar del duelo, reencuentro con una misma y con nuestra memoria”.
Y comenta: “Decidimos hablar de nosotras desde la ternura, sabiendo que la violencia nos atraviesa todos los días, que creamos mientras esta realidad nos abre heridas, una y otra vez. Y creamos desde nosotras y con nosotras, porque hace mucho tiempo que nos han narrado desde la mirada masculina, y ahora nuestras voces en escena cambian y construyen esa realidad. En nuestro arte está nuestra rabia, dolor y resiliencia”.
La directora de escena Jazmín Cato subraya por su parte: “Hablamos de nosotras porque, aún caminando un mundo hostil, somos todas las posibilidades que hemos construido juntas, porque resistimos todos los días, con amigas, olas y con cada atardecer que vemos”.
Y asegura. “Este laboratorio breve que dirigí con ojos, oídos y manos abiertas, nos ha atravesado la cuerpa y ha perforado memorias, para recordarnos a ellas, a las razones, a los sueños y al amor que creemos haber perdido."
“Es un texto que trajo de vuelta el rostro de una amiga mía que decidió perderse hace casi diez años. Que se hizo en memoria de aquellas que nos enseñaron a hacer el teatro que anhelamos. No sabemos si esta obra significará lo mismo para todas, porque el viaje nunca es el mismo, pero les extendemos el corazón desde esa incertidumbre, desde la digna rabia ante la muerte, desde la ternura radical para la reconciliación y duelo: desde el amar al mar, y amar al teatro”.
La puesta en escena surgió de un laboratorio a partir de la convocatoria BRUJAS: Nuevas dramaturgias para la producción escénica feminista 2022-2023, del Foro Shakespeare. Cumplió una breve temporada en ese espacio y ahora se presentará en el Teatro Sergio Magaña.
Participan además, en el diseño de escenografía, Milah Romero; en el diseño de vestuario y de iluminación, Michelle León; en el diseño sonoro, Rodrigo Ramos y en la fotografía para difusión, Cynthia Márquez, Luis Quiroz, Diana Bazan y Vale Bernal.