El 5 de abril de 1971 se publicó una declaración firmada por 343 mujeres en la revista francesa Le Nouvel Observateur. En ella, afirmaban haber tenido un aborto y exigían la despenalización de este.
El Manifiesto de las 343, puesta en miniatura, concentra escenas basadas en el suceso e imágenes instantáneas inspiradas en las diferentes experiencias que tantas mujeres alrededor del mundo han vivido; es una especie de collage que parte de la historia y viaja hacia lo individual y lo colectivo.
EL MANIFIESTO DE LAS 343 LEVANTA SU VOZ A FAVOR DEL ABORTO LIBRE, SEGURO Y GRATUITO
Creación colectiva con dramaturgia de Paulina H. Marroquín, la puesta se presentará del 2 al 12 de febrero, de jueves a domingo, en el Foro A Poco No
Teatro de títeres de papel, objetos, sombras y multimedia entrelazan distintas voces de mujeres del pasado y del presente para contar uno de los más grandes acontecimientos del feminismo europeo del siglo XX
Del 2 al 12 de febrero, en el Foro A Poco No de la Dirección del Sistema de Teatros de la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México, se presentará El manifiesto de las 343, a cargo de la compañía Fortuna Colectivo de Creación, con dramaturgia de Paulina H. Marroquín.
Con el auspicio del Sistema de Apoyos a la Creación y Proyectos Culturales, bajo el rubro Creadores Escénicos 2021, dicha compañía emprendió el proyecto de realización de un documental en forma de collage escénico para teatro en miniatura, interpretado por dos actrices titiriteras: Abigail Espíndola y Erika Franco, quienes cuentan diversas historias acerca del aborto.
Para dicha propuesta teatral, la agrupación recurre directamente a Un llamamiento de 343 mujeres, texto publicado el 5 de abril de 1971 en la revista francesa Le Nouvel Observateur y que fue firmado por una lista de 343 mujeres francesas entre las que se destacan Simone de Beauvoir, Françoise d'Eaubonne, Brigitte Fontaine, Gisèle Halimi, Stéphane Audran y Agnès Varda, entre otras cantantes, actrices, escritoras, directoras y mujeres con múltiples ocupaciones, que tuvieron el valor de declarar públicamente haber tenido un aborto.
Arriesgándose a ser encarceladas y señaladas por familiares, amigos y el resto de la sociedad francesa, el grupo de pioneras del feminismo exigía de esa forma la despenalización del aborto como un ejercicio de autonomía.
En la puesta en escena El manifiesto de las 343, la compañía mexicana recurre asimismo al teatro de títeres de papel, objetos, sombras y multimedia, para entrelazar las distintas voces de mujeres del pasado y del presente para contar uno de los más grandes acontecimientos del feminismo europeo del siglo XX.
La puesta en escena se levanta también como una declaración a favor del aborto libre, seguro y gratuito para todas las mexicanas y las mujeres del mundo. “Nos unimos a la sentencia del manifiesto: Yo declaro ser una de ellas, declaro haber abortado”, dice el colectivo de actrices formado por Abigail Espíndola, Aurora Gómez Meza, Erika Franco, Ireri Romero y Paulina H. Marroquín.
En la propuesta participan también Ainé Martelli en la realización de un pop up; Aline de la Cruz, Vania Muñoz y Diana Solís frente a cámara, y Led Ramírez en la elaboración del diseño de cartel y programa de mano, así como también colaboraron Gabriela Gómez Meza, Alicia Jiménez, María Fernanda Galván, Lilian Villegas, Carlos Mendoza, Esván Lemus, Mario Conde y Pablo Cueto.
El manifiesto de las 343 ofrecerá una temporada del 2 al 12 de febrero, con funciones los jueves y viernes a las 20:00 horas, sábados a las 19:00 y domingos a las 18:00 horas, en el Foro A Poco No (República de Cuba 49, Centro Histórico, cerca del Metro Allende).
Admisión: entrada general, $196. Los boletos se pueden adquirir en la taquilla del teatro y en las plataformas digitales de Ticketmaster.
Para conocer la programación de la Dirección del Sistema de Teatros de la Ciudad de México, visite la página: www.teatros.cultura.cdmx.gob.mx o la aplicación TeatrosCDMX, disponible en los sistemas operativos Android e IOS y en las redes sociales: Facebook @TeatrosCdMexico, Twitter @TeatrosCdMexico e Instagram @teatroscdmexico.
Un arcade escénico interactivo y que se aprecia de pie se presenta en la propuesta interactiva, en la cual el público juega con los performers como en los videojuegos, pero en estos se manipulan a seres vivos que sudan, lloran, sangran y se deshidratan, ¿eso hará el videojuego más divertido?
RICHARD VIQUEIRA REGRESA CON DIOS JUEGA VIDEOJUEGOS Y YO SOY SU PUTO MARIO BROZ
Kraken Teatro escenificará la puesta en escena del 2 al 12 de febrero con funciones de jueves a domingo en el Teatro Benito Juárez
La compañía Kraken Teatro, que dirige Richard Viqueira, regresa a los escenarios con Dios juega videojuegos y yo soy su puto Mario Broz, que reflexiona acerca de los jugadores de videojuegos y las posibles consecuencias de su afición, en un espectáculo vanguardista e interdisciplinario que pondera el papel de un público cada vez más activo.
Calificado como un arcade escénico interactivo, los asistentes aprecian la propuesta de pie y ponen nuevamente en jaque las elecciones de los gamers (jugadores). Los videojuegos “jamás volverán a ser como antes”.
Con idea original, mecánicas de juego y dirección de Richard Viqueira, la propuesta cumplirá una temporada del 2 al 12 de febrero, con funciones de jueves a domingo, en el Teatro Benito Juárez de la colonia Cuauhtémoc, con el apoyo de la Dirección del Sistema de Teatros de la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México.
En el mundo de los videojuegos, el jugador típico conoce las reglas solo a través del acierto y el error. Se trata de un universo que el aficionado comprende sobre la marcha y en el que toma decisiones insensibles, porque en el mundo virtual los avatares son gráficos. Pero… ¿qué pasaría si los personajes fueran de carne y hueso?
En la puesta en escena interactiva, el público juega con los performers como en los videojuegos, pero en la pieza se manipula a seres vivos que sudan, lloran, sangran y se deshidratan. ¿Esto hará de la experiencia algo más divertido?
Con un puñado de monedas que se insertan en las “maquinitas” disponibles, el performer ejecuta un papel que se ramifica según las elecciones que tome cada participante. Se replica así la dinámica de un videojuego tradicional: la consecución y/o frustración de metas, niveles, obstáculos, bonus y la adicción resultante.
En el fondo de su propuesta, realizada con apoyo del Sistema de Apoyos a la Creación y Proyectos Culturales, Richard Viqueira busca que el espectador se vuelva un ser revolucionario, que manifieste su elección libre y se haga consciente de que cada decisión tiene una consecuencia ética.
Participan en el elenco: Valentina Garibay, Nane Aguilar, Omar Adair, Pastor Aguirre, David Blanco, Ángel Luna y el propio Richard Viqueira. El diseño de dispositivos interactivos es obra de Mario Marín del Río y la música original y acción sonora es una aportación de Edwin Viqueira.
Richard Viqueira ha obtenido distinciones, premios y reconocimientos como director, dramaturgo y actor, entre ellos, el de “Hombre de Teatro” y “Actor de la década” por la revista Chilango (2018), además del Premio de Oro en Diseño de Espacio World Stage Designe 2017 en Taipei, Taiwán.
Dios juega videojuegos y yo soy su puto Mario Broz se escenificará del 2 al 12 de febrero, los jueves y viernes a las 20:00 horas, sábados a las 19.00 y domingos a las 18:00 horas, en el Teatro Benito Juárez (Villalongín 15, colonia Cuauhtémoc, Metrobús Reforma).
Admisión: entrada general, $176. Los boletos se pueden adquirir en la taquilla del teatro y en las plataformas digitales de Ticketmaster.
Para conocer la programación de la Dirección del Sistema de Teatros de la Ciudad de México, visite la página: www.teatros.cultura.cdmx.gob.mx o la aplicación TeatrosCDMX, disponible en los sistemas operativos Android e IOS y en las redes sociales: Facebook @TeatrosCdMexico, Twitter @TeatrosCdMexico e Instagram @teatroscdmexico.
El encuentro de una joven transexual de nuestros días con las palabras de La vida es sueño de Pedro Calderón de la Barca detonan en Segismunda analogías entre dos personajes atrapados, ya sea en una torre o, nuestra protagonista, en un cuerpo que no le corresponde y en una sociedad que no la acepta tal y como ha decidido ser.
Un encuentro poético con los sueños de un ser humano que desea ser aceptado y amado por los suyos y la sociedad.
SEGISMUNDA, UN ALMA QUE BUSCA LA ACEPTACIÓN, EVIDENCIAR Y ERRADICAR EL ODIO A LA COMUNIDAD TRANS
La puesta en escena, escrita y dirigida por la hispano-colombiana Claudia Tobo e interpretada por el español Óscar Piñeiro, se presentará del 2 al 12 de febrero
Del Siglo de Oro Español a la actualidad, los cuestionamientos de Pedro Calderón de la Barca son revisitados para hablar sobre los transfeminicidios y el libre albedrío
Para hablar de uno de los temas más urgentes en el mundo: el transfeminicidio, la puesta en escena Segismunda, pieza de teatro documental con texto y dirección de Claudia Tobo y la interpretación de Ósca Piñeiro, se escenificará una temporada en el Teatro Sergio Magaña de la Dirección del Sistema de Teatros de la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México.
El drama del personaje Segismundo de La vida es sueño, de Pedro Calderón de la Barca, es la base para que se presente en el escenario Segismunda, una joven transexual, que se planta delante del público para mostrar su humanidad y búsqueda de identidad, en plena construcción.
A partir del 2 y hasta el 12 de febrero de 2023, Seguismunda es un proyecto escénico emprendido por dos destacados artistas del teatro hispanoamericano: la directora y dramaturga hispano-colombiana Claudia Tobo y el histrión español Óscar Piñeiro, quienes han desarrollado exitosas trayectorias en los escenarios de sus respectivos países y que hoy se desenvuelven con igual fortuna en foros mexicanos, sin dejar de lado sus compromisos en América y Europa.
Tanto Tobo como Piñeiro consideran que aún en nuestros días y sociedades, que se autodenominan tolerantes y abiertas, la comunidad transexual es uno de los colectivos más vulnerables y se enfrenta a los actos más violentos e inexplicables. Y ponen de relieve: en los últimos años las cifras de transfeminicidios en Latinoamérica, y especialmente en México, no dejan de aumentar.
Con esa preocupación, el texto dramático es el resultado de un proceso de documentación por parte de la autora, quien lo inició en 2016 con el apoyo del Colectivo de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales (Cogam), de Madrid, España.
Así nace Segismunda, una ficción documental que se inspira en los testimonios personales y colectivos recabados durante tres meses de investigación que culminaron con un work in progress presentado en La Corsetería Nuevo Teatro Fronterizo, espacio de José Sanchís Sinisterra.
Ya en el escenario, el actor Óscar Piñeiro encarna a Segismunda, quien enfrenta al público para mostrar sus sentires y pesares. Sus palabras están dichas desde un alma madurada a golpes por la falta de aceptación y el odio.
“La vemos y nos perdemos con ella, porque nos da la mano y quiere ser amada por encima de todas las cosas. Esa chica, de un pueblo de la España profunda, acuñó su nombre con mucho dolor y ha venido para hacernos reír y llorar a través de su relato”, dice Claudia Tobo.
Parte fundamental en el montaje es el manejo del escenario, un espacio que evoca, a través de burladeros, a una plaza de toros, de esas que se montan provisionalmente en las fiestas de pueblo en España. Posteriormente, la escenografía se mueve y reconfigura para dar vida a los espacios del personaje, que van desde lo más cotidiano como una pastelería, hasta los más oníricos como una plaza de toros en la que la persiguen, torturan y matan a personas con la misma crueldad que se haría con un toro.
De esta forma, la palabra y el movimiento escenográfico configuran un juego que busca, desde lo contemporáneo, evocar un sistema de convenciones ya habitual en el Siglo de Oro Español. El trabajo plástico y de interpretación material es del escenógrafo e iluminador Esaú Corona y el vestuario de Gerardo Jaimes.
Segismunda se presentará del 2 al 12 de febrero, los jueves y viernes a las 20:00 horas, sábados a las 19:00 y domingos a las 18:00 horas, en el Teatro Sergio Magaña (Sor Juana Inés de la Cruz 114, colonia Santa María La Ribera, Metro San Cosme).
Admisión: Entrada general, $176. Los boletos se pueden adquirir en la taquilla del teatro y en las plataformas digitales de Ticketmaster.
Para conocer la programación de la Dirección del Sistema de Teatros de la Ciudad de México, visite la página: www.teatros.cultura.cdmx.gob.mx o la aplicación TeatrosCDMX, disponible en los sistemas operativos Android e IOS y en las redes sociales: Facebook @TeatrosCdMexico, Twitter @TeatrosCdMexico e Instagram @teatroscdmexico.