Cabaret Chaparrito es un espectáculo de teatro cabaret creado especialmente para niñas y niños, en el que se conocerá la historia de Manguito, un pequeño de 9 años, quien vive en las calles de Nicolás Romero, Estado de México, junto a su amigo Cebollín.
Acompaña a Manguito mientras navega por las calles, usando su ingenio y talento musical para sobrevivir. A lo largo del espectáculo, a través del rap, el juego y la imaginación, se descubrirá la realidad que Manguito enfrenta: un mundo en el cual los adultos lo ignoran o se aprovechan de él para hacerle maldades, pero él no pierde la esperanza de un futuro mejor.
Una puesta que conmoverá, hará reír e inspirará a reflexionar sobre la importancia de la empatía y la solidaridad.
Debajo de las hojas sueltas, entre los altos pastos y junto las ramitas caídas del árbol, se encuentra un jardín. El lugar favorito de OH y JA, dos seres que invitan a jugar, contemplar y descubrir juntos ese nuevo gran espacio.
Durante el pequeño momento, exploramos el espacio y nos daremos cuenta de la importancia de hacer una pausa a lo cotidiano para dejarnos llevar por el juego simple, la gráfica de naturaleza y lo salvaje con el objetivo de descubrir el valor de compartir y celebrar la existencia de cada ser dentro del mismo entorno.
Tiempos de Guerra es una obra de danza contemporánea que invita a reflexionar sobre la crucial necesidad de la comunidad y la unión en tiempos de violencia. A través de una coreografía conmovedora que fusiona danza, teatro y música, la propuesta lleva a un viaje por las realidades más urgentes de nuestro mundo.
Este escenario de crisis y convulsión se convierte en un llamado a la acción, una invitación a construir puentes de solidaridad y apoyo mutuo para sobrellevar los desafíos que nos rodean.
La obra utiliza claras metáforas y analogías entre los conflictos bélicos y los sociales que enfrentamos cada día, invitándonos a reconocer los patrones de violencia que nos aquejan y a buscar soluciones desde la empatía y la colaboración.
Chilangolandia, mi amor es un documental de teatro de papel y objetos para adultos que rinde homenaje a la Ciudad de México, a quienes la habitan y la visitan. Conmemoramos la supervivencia de quienes han construido la metrópolis, de aquellos que están vivos de milagro. Al puro humor chilango, celebramos a los que nacieron aquí y a los que viajan horas para formar parte de la gran mancha urbana.
La pieza es una postal de la Ciudad que profundiza en las distintas tonalidades de las que formamos parte, la convivencia de múltiples clases sociales, diversos individuos y experiencias de lo que significa ser chilango y el contraste de realidades.
La tierra se abre, de ella emergen cuatro mujeres, miran sus cicatrices, cuentan sus lágrimas y sus sonrisas, se miran, descansan, cantan una canción: la tierra habla. Esta obra está construida a partir de los deseos e historias de cuatro mujeres, de entre cincuenta y setenta años, que respondieron a una convocatoria pública lanzada por la artista potosina Sayuri Navarro, donde las preguntas centrales fueron: ¿Quién cuida si yo no cuido? ¿Quién me cuida? ¿Y si soñamos juntas?
Una mujer decidida a indagar los entresijos menos iluminados de su historia familiar: hija de inmigrantes vieneses llegados a Argentina a finales de los años treinta del siglo pasado, perseguidos tanto por su origen como por su ideología y posteriormente exilados en México.
Ella realiza un vertiginoso viaje para investigar lo que sucedió a su familia durante el nazismo y conoce a la única sobreviviente de esa historia, reencuentra a su familia y logra iluminar, tenuemente, la noche del pasado.
El alcohólico Señor Vutch "lobo mete-saca", líder y dictador de su familia, ha incrementado a últimas fechas las infracciones sexuales domésticas. No le será suficiente con violar a su esposa Julian "Julie Cara de Perro", pudiendo también robar el calor de Anita, su hija. Su hermana es Lulú. Y todas viven en peligro dentro de su hogar.
Por suerte, existe Paul en nuestra historia. Un joven florista, apuesto y apasionado, que llega a la vida de Anita para que absolutamente nada cambie. Sin dejar de hacer, claro está, la faramalla del rescate.
Cuando lo doméstico es privado, no hay a quién pedir auxilio.