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El Universo de Cada Habitación

2° Ciclo Nosotras Somos Memoria
Fechas: 

del 11 al 26 mar

Horarios: 
sáb y dom 13 h
Costo(s): 
$176.00
Elencos
Compañía: 
La Covacha Teatro

Cada hogar es un pequeño universo con sus peculiaridades. A partir del viaje por una casa y sus habitaciones se visitará la vida familiar de cinco pequeños niños y niñas con contextos y miradas diferentes. Habitaremos por un breve momento sus maravillosos universos.


EL UNIVERSO DE CADA HABITACIÓN, DIVERSIDAD DE HOGARES, FAMILIAS Y FORMAS QUE EXISTEN PARA QUE NIÑAS Y NIÑOS SE RECONOZCAN EN ELLOS

La propuesta es un estreno y es resultado de una investigación acerca de la forma en que las nuevas generaciones se vinculan con eso que se llaman hogar Temporada del 11 al 26 de marzo, los sábados y domingos, en el Teatro Sergio Magaña

Egresada de la Escuela Nacional de Arte Teatral del INBA en 2003, la dramaturga y directora de escena Marcela Castillo ha trabajado desde los inicios de su carrera en la investigación acerca del teatro para infancias y el teatro con objetos.

Con el apoyo de diversas becas ganadas, ha creado y dirigido propuestas que se han presentado en diversos países. Además, ha sido maestra de teatro en la Universidad Pedagógica Nacional y actualmente es profesora de la materia de Teatro para niños en la licenciatura de Literatura Dramática y Teatro de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Su más recinente trabajo es la puesta en escena El universo de cada habitación, el cual será estrenado en el Teatro Sergio Magaña y tiene por objetivo ahondar en una pregunta fundamental en el mundo contemporáneo: ¿qué es el hogar?

Con las actuaciones de Fernando Gurrola y Haydée Sáyago, la puesta en escena cumplirá una temporada del 11 al 26 de marzo, los sábados y domingos a las 13:00 horas, en el Teatro Sergio Magaña de la colonia Santa María La Ribera. La propuesta forma parte del segundo ciclo Nosotras Somos Memoria, que organiza la Dirección del Sistema de Teatros de la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México.

Marcela Castillo emprendió un proceso de investigación acerca de las formas en que niños y niñas, de distintos contextos y lugares, se vinculan con su entorno, con sus familias, con sus casas.

Ella partió de una premisa: “Las familias, los vínculos, las comunidades son de formas muy diversas y aunque existe un discurso hegemónico sobre lo que es una verdadera familia o un hogar, en realidad hay algo muy profundo que se articula en el corazón y lo que representa para cada persona su hogar.

“A veces, las infancias no viven en un lugar que identifiquen como su hogar, sino la casa de su abuela representa ese espacio de seguridad. O muchos niños y niñas tienen que construir su hogar fuera de un espacio concreto, por ejemplo, los niños y niñas que migran”.

Por eso, en El universo de cada habitación –comenta la autora– tenemos el objetivo de darle voz a la diversidad de hogares, familias y formas en que se vinculan para que niñas y niños puedan reconocerse en ellos, con cuestionamientos al mismo tiempo del modelo de familia tradicional y que deja fuera formas que existen en el mundo de construir un hogar.

El trabajo previo a la puesta en escena, el taller propiamente, “lo hemos hecho con niños y niñas de Comachuén, Michoacán, así como con niños y niñas migrantes que pasan por Casa Fuente. También con niños y niñas con los que convivimos cotidianamente y viven en esta ciudad. Todo este trabajo es el punto de partida para la elaboración dramatúrgica”, subraya.

Y agrega: “Por otro lado, estamos trabajando con teatro de objetos, investigando sobre cosas que no tienen una carga expresiva, sino que tienen una utilidad. La idea es intervenir este tipo de objetos conservando su naturaleza, para convertirlos en los personajes de la historia.

Como cada hogar es un pequeño universo con sus peculiaridades, la propuesta cuenta una historia a manera de un viaje al interior de una casa y sus habitaciones, en la que se visita la vida familiar de tres pequeños niños y niñas con contextos y miradas diferentes, es decir, se habita por breves momentos “esos maravillosos universos”.

Así, todo sucede dentro de una casa; cada espacio de la misma representa un lugar, un universo propio, como si fuera un país o un continente, una forma distinta de hacer hogar, de hacer familia, de hacer comunidad, dice la autora y directora.

Marcela Castillo cuenta, en esta ocasión, con la colaboración de Alethia Andrade (y ella misma) en el diseño de iluminación, Sergio López Vigueras en el diseño de escenografía, y de Guillermo Castillo en la creación de la música original. Liliana Vázquez es la asistente de dirección y la producción ejecutiva es de Alethia Andrade.

Con los 20 espectáculos que integran la segunda edición de Nosotras Somos Memoria se busca mostrar el abanico de propuestas que se hacen en la actualidad con relación a los temas de género. Las mujeres toman el escenario para abordar sus realidades y reflexiones, a través de las artes escénicas.

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13:00: El Universo de Cada Habitación (Teatro)
Teatro Sergio Magaña
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Las Socias. Una tocada de Musas Sonideras dedicada a la primera sonidera

2° Ciclo Nosotras Somos Memoria
Fechas: 

Sáb 18 mar

Horarios: 
19 h
Costo(s): 
$250.00
$200.00
$180.00
$150.00

Las Socias es una tocada de Musas Sonideras al estilo de los clubes de baile con historias que celebran a Guadalupe Reyes, mejor conocida como La Socia de Tepito, la primera mujer sonidera, que hizo bailar al barrio entre los años sesenta y setenta.

La Socia de Tepito representa la libertad, la música y el baile por lo cual Sonido Musa Mayor, Sonido Gatúbela, Sonido La Mamazona, Sonido Fiesta Bacana y Sonido Lunática rinden un homenaje a la pionera de las sonideras.


Las Socias, una tocada de Musas Sonideras dedicada a Guadalupe Reyes Salazar, la primera mujer sonidera

Se presentará una única función el sábado 18 de marzo en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris

¡Va el saludito y una invitación para todos los interesados en el homenaje que se hará a La Socia!

Siempre hay una pionera que inspira a otras mujeres y el ambiente sonidero no es la excepción. Después de mucho tiempo, ha salido a la luz el nombre de Guadalupe Reyes Salazar, mejor conocida como La Socia, quien comenzó su trayectoria en 1967 con el sonido Aves del Paraíso, el cual posteriormente rebautizó con el nombre de su apodo.

Ahora, a más de cinco lustros, se le ofrecerá un reconocimiento como fundadora del movimiento sonidero y ancestra femenina que ha inspirado a otras mujeres a tomar el micrófono para continuar su legado. El espectáculo Las Socias, una tocada de Musas Sonideras dedicada a Guadalupe Reyes Salazar, la primera mujer sonidera se llevará a cabo el sábado 18 de marzo en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris de la Dirección del Sistema de Teatros de la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México, en el marco de la segunda edición del ciclo Nosotras Somos Memoria.

Guadalupe Reyes Salazar nació el 21 de septiembre de 1943 y creció en el emblemático barrio de Tepito, en la vecindad Casa Blanca, ubicada entre las calles de Panaderos, Peluqueros, Jarciería y Alfarería de la colonia Morelos. El sonido lo compró su papá y, tras su muerte y como un medio de apoyo a la economía familiar, ella decide utilizarlo para tocar en fiestas de quince años y de la vecindad.

Así comenzó la aventura de su sonido en 1967 con el nombre Aves del Paraíso. Contó con apoyo de su familia y, en particular, de dos de sus hermanos: Teresa (Beche) y Juan Manuel (Bugui), quienes la acompañaron e hicieron de equipo. También Guadalupe Salazar Medina, su madre, se unió más adelante al frente de las tornamesas.

La gente la reconoció porque la música es la afición del barrio y el baile su diversión: un bien común que se atiende colectivamente.

La Socia no hablaba al micrófono, aunque sí llegó a hacerse de uno y entonces fue Ramón Rojo Villa, quien lo tomó para apoyarla a animar la fiesta. Rojo Villa era un gran amigo y colaborador de La Socia, juntos recorrían las disqueras en busca de álbumes inéditos y solicitaban novedades de importación; también era conocido por ser pareja de baile de Beche. Cuando un tío de Ramón adquiere una tienda de discos en el mercado de Tepito y éste comienza a atenderla, es La Socia quien le presta el equipo de sonido para llamar a la clientela; no tardan en llegar los bailes y es así como, en 1968, nace Sonido La Changa.

En 1974, con el nacimiento de su primer hijo, La Socia dejó el oficio sonidero para dedicarse a la familia y al comercio. Se cerró ese ciclo de su vida, que queda para siempre en la memoria del movimiento sonidero y del barrio de Tepito.

Décadas después, un colectivo de mujeres sonideras se integra, a partir de 2017, bajo una misma bandera: Musas Sonideras, fundado por Marisol Mendoza Gómez, integrante de la Dinastía Duende, de larga trayectoria en el ambiente sonidero de la Ciudad de México. Tiene su antecedente, tres años antes, en Sonideras de Corazón que conformaron Lupita “La Cigarrita”, Jacqueline Malagón “La Dama de la Salsa“ y Mariana Delgado de Proyecto Sonidero. Poco a poco se fueron integrando otras mujeres hasta ser 17 en el grupo.

Originarias de diferentes barrios de la capital, las periferias, los estados de la República Mexicana y Estados Unidos de Norteamérica, se unieron al llamado de Marisol Mendoza y, actualmente, Musas Sonideras,cuenta con 47 integrantes que fluctúan entre los 20 y los 60 años de edad.

Según palabras de la propia Marisol: “No es fácil ser una mujer sonidera, pertenecer a una colectiva tan grande, hacernos de nuestros instrumentos de trabajo, no ha sido fácil que nos den trabajo y valoren nuestro esfuerzo. Las mujeres sonideras constantemente somos calificadas y descalificadas por nuestra forma de trabajo y aprendizaje”.

Un objetivo fundamental de Musas Sonideras ha sido visibilizar el trabajo de las mujeres sonideras, mostrar que existe una calidad y compromiso con el trabajo, luchar por los espacios laborales y ser tratadas con respeto y dignidad lo cual incluye pagos justo e igual que sus compañeros varones.

Han sido cinco años de logros y retos. Musas Sonideras retoma todo el conocimiento de la tradición sonidera con su trabajo en las calles, pero también ha logrado abrir nuevos espacios de la esfera cultural. Se han presentado en museos, universidades, escuelas, centros sociales y culturales y faros del saber.

Recientemente, en octubre de 2022, se presentaron en Guanajuato en el Festival Internacional Cervantino (FIC) como parte de Ciudad de México, invitada de honor al 50 FIC.

Por segundo año consecutivo, la Dirección del Sistema de Teatros de la Ciudad de México presentará el ciclo de artes escénicas Nosotras Somos Memoria, el cual tiene como objetivo visibilizar la lucha histórica que las mujeres han defendido para el reconocimiento de sus derechos, especialmente su libre expresión, igualdad, justicia social y libertad plena.

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19:00: Las Socias. Una tocada de Musas Sonideras dedicada a la primera sonidera (Música)
Teatro de la Ciudad Esperanza Iris
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Soy mi Diablo

2° Ciclo Nosotras Somos Memoria
Fechas: 

Del 16 al 19 mar

Horarios: 
jue y vie 20 h, sáb 19 h y dom 18 h
Costo(s): 
$196.00
Elencos
Compañía: 
El Cuerpo Fracturado

A partir del lenguaje de la danza contemporánea, abordado desde el terreno de la improvisación que permite conectar de manera directa con el espacio-tiempo del acontecimiento, se construye una composición única y efímera que nace, existe y muere en el preciso momento en el que se mira.

Una herida no identificada se ha convertido en imagen pulsátil y es el origen del universo creativo de la pieza dancística.


SOY MI DIABLO, HABITAR LA TRISTEZA, LA RABIA, LA TERNURA, EL AMOR DESDE NUESTRA NATURALEZA HUMANA

Idea e interpretación de la bailarina Angélica Baños Hernández, se presentará del 16 al 19 de marzo en el Foro A Poco No

Angélica Baños Hernández es una joven artista escénica que se ha especializado en la exploración y divulgación de la expresión corporal a través de la danza, junto con su compañía El Cuerpo Fracturado / Laboratorio de Movimiento.

Con una destacada trayectoria, la bailarina y coreógrafa participará en el segundo ciclo temático Nosotras Somos Memoria con la coreografía Soy mi Diablo, los días 16, 17, 18 y 19 de marzo, en el Foro A Poco No de la Dirección del Sistema de Teatros de la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México.

Soy mi Diablo es un proyecto unipersonal de danza contemporánea producido por El Cuerpo Fracturado / Laboratorio de Movimiento, con el estímulo de Jóvenes Creadores del Sistema de Apoyos a la Creación y Proyectos Culturales (SACPC) 2021. El montaje aborda temas de violencia, resiliencia y naturaleza humana y propone un mensaje de sensibilidad y compasión, tan necesario en el deshumanizado mundo actual, asegura Baños Hernández.

Se trata, de una propuesta que tiene la voluntad de generar un espacio escénico temporal, una experiencia inmersiva en la que el espectador pueda visitar el terreno de la auto confesión, contactar con sus propias luces y sombras, así como desdoblarlas en el terreno de la contemplación.

Para la artista, la herida, desde un sentido metafórico hasta biológico, es el punto de partida del universo creativo de su pieza coreográfica. En ella propone sensibilizarnos mediante la comprensión de ésta y “colocar al acto escénico y artístico como un generador de empatía; abrir un espacio tangible para vivenciar la emoción más allá de un juicio de valor, y habitar la tristeza, la rabia, la ternura, el amor desde el mismo punto de partida: nuestra naturaleza humana”.

Angélica Baños afirma que el cuerpo en constante sentir es la manera de transitar la escena. “La obra se sustenta mediante la visualización del movimiento como algo naturalmente estético, su poder de cautivar no se determina por un juicio de valor, va más allá de lo bello o feo y se potencializa mediante las experiencias sensoriales y perceptivas. El movimiento abre la puerta hacia a la compasión, nos permite imaginar con todos nuestros sentidos el sentimiento ajeno”.

La herida –agrega– es un proceso biológico ante el cual estamos capacitados para responder y resistir. La herida genera emoción, acción, experiencia y memoria. Codifica nuestra conducta y nuestra manera de percibir el mundo. Ante ella solo queda cambiar nuestra perspectiva de la existencia. Estamos hechos para buscar la sobrevivencia, la resiliencia es un fenómeno que nos envuelve desde un nivel celular hasta social.

En ese sentido, propone, Soy mi Diablo encuentra su salida escénica mediante la expresión corporal y vocal. Se construye a partir de problematizar el lenguaje de danza contemporánea mediante la integración de herramientas de improvisación estructurada, que permiten conectar de manera directa con el espacio-tiempo del acontecimiento, dar paso a la construcción de una composición única y efímera, que nace, existe y muere en el preciso momento en el que se mira.

En su propuesta escénica, la bailarina está apoyada en una asesoría dramatúrgica de Roberto Mosqueda y Alexis Briseño. La música original es de Hijo de Lope & Joel Argüelles, el diseño de iluminación de César Ramírez y de vestuario de Marlene Coronel.

Con los 20 espectáculos que integran la segunda edición de Nosotras Somos Memoria se busca mostrar el abanico de propuestas que se hacen en la actualidad con relación a los temas de género. Las mujeres toman el escenario para abordar sus realidades y reflexiones, a través de las artes escénicas.

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19:00: Soy mi Diablo (Danza)
Foro A Poco No
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Todavía D.F.

2° Ciclo Nosotras Somos Memoria
Fechas: 

Del 16 al 26 mar

Horarios: 
jue y vie 20 h, sáb 19 h y dom 18 h
Costo(s): 
$176.00
Elencos
Compañía: 
Teatro Turbio

Dos mujeres huérfanas caminan en una ciudad que ya no existe y que, sin embargo se mantiene en el tiempo como una pregunta por el origen. Una lucha que se narra y se acontece en el cuerpo herido de este par de etcéteras que se defienden de la noche y la violencia, encontrando la esperanza en reparar los vínculos a través de acortar las distancias geográficas que las separan de su casa.

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19:00: Todavía D.F. (Teatro)
Teatro Benito Juárez
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Mujer Raíz

2° Ciclo Nosotras Somos Memoria
Fechas: 

Del 16 al 19 mar

Horarios: 
jue y vie 20 h, sáb 19 h y dom 18 h
Costo(s): 
$176.00
Elencos
Compañía: 
Paula Villaurrutia Danza UNAM

Unipersonal que toma como base artística la danza y música tradicional de diferentes regiones de nuestro país, bajo un tratamiento escénico contemporáneo, con el objetivo de acercarnos a la historia de vida de La Malinche y con ello de nuestras mujeres.

De esta manera, la propuesta rinde homenaje al linaje materno, a la raíz. Lo anterior, a través de un diálogo entre una mujer del presente y Malintzin (que representa a nuestras abuelas).


MUJER RAÍZ HONRA A LAS MUJERES QUE NOS HAN ANTECEDIDO Y A LAS DEL PRESENTE QUE ENFRENTAN INNUMERABLES LUCHAS

A partir de la figura de Malitzin, reflexiona acerca de las mujeres del pasado y del presente a través de la danza tradicional vista desde la contemporaneidad

En el marco del segundo ciclo Nosotras Somos memoria, la bailarina y coreógrafa mexicana Paula Villaurrutia presentará su espectáculo de danza y teatro Mujer Raíz, con dirección de escena de Enrique Valencia, un espectáculo unipersonal pensado por y para las mujeres del pasado y del presente.

Con el apoyo de la Dirección del Sistema de Teatros de la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México, el montaje se presentará del 16 al 19 de marzo, en el Teatro Sergio Magaña de la colonia Santa María La Ribera.

Mujer Raíz, con dirección general, interpretación y coreografía de Paula Villaurrutia, es una propuesta inspirada en uno de los personajes más emblemáticos y polémicos de la identidad nacional: La Malinche, y busca honrar la memoria de las mujeres que nos han antecedido, pero también a las del presente que enfrentan innumerables luchas desde diferentes ámbitos de su vida.

Se trata, sobre todo, dice la también profesora, de “un viaje al pasado de todas aquellas mujeres que, al igual que Malintzin, han vivido entre batallas y conquistas”. De esta manera, el espectador es testigo de un diálogo escénico entre la mujer del presente y Malintzin.

La puesta está conformada por pasajes que recrean momentos clave del personaje histórico: por un lado, se muestra a Malintzin, la niña de origen popoluca que fue vendida y convertida en esclava; por otro lado, aparece Marina, la adolescente que fue regalada a Cortés y que poco a poco se abrió paso al ser la única que conocía el idioma de los mexicas (pueblo al que no pertenecía).

Finalmente llega Malinche, el mito creado después de la Independencia y la conformación de un país pluricultural que hoy día conocemos como México.

Paula Villaurrutia comenta que se construyó una propuesta atemporal y universal, ya que invita a reflexionar sobre el ser humano que se enfrenta a retos, paradigmas, sueños y realidades, y que, a pesar de las circunstancias, lucha y se desarrolla, toma decisiones, aprende y forja su propia historia.

La propuesta surge desde un acercamiento a la historia de vida de La Malinche y “de mis abuelas. Por ello, se habla de una mujer que, a través de la figura histórica, descubre su propio árbol familiar y la fuerza de sus/nuestras mujeres”, afirma la artista.

“Todos somos parte de la historia –agrega la también investigadora de la danza–; nos conformamos entre sí y somos pasado, presente y futuro. Somos hombres y mujeres que, como Malintzin, tenemos diferentes matices y somos percibidos desde diferentes miradas”.

Mujer Raíz es una propuesta escénica resultado de la integración de diferentes disciplinas artísticas, unidas por el amor que se teje entre la tradición, la creación y la escena, abordadas desde una mirada contemporánea, en la que destacan los textos, versos y composiciones musicales creadas en específico para esta pieza.

Para su realización, se contó con la asesoría en danzas tradicionales de la especialista Alitzel Canseco y de la Danza de la pluma de Zimatlán de Álvarez, Oaxaca, y de Mariano e Israel Tapia, de la danza de conquista de Ometepec, Guerrero.

Cabe destacar que la música tradicional utilizada aquí corresponde a los sones de la Danza de Tocotines de Atempan, Puebla; de la Danza de la conquista de Ometepec, Guerrero, y de la Danza de la pluma de Valles Centrales de Oaxaca.

“Es importante mencionar que estas danzas –aclara la intérprete– sirvieron de inspiración para la creación escénica. Nuestro interés no es el hacer una representación fiel de ellas. Nos acercamos a estas con el profundo amor y respeto que tenemos hacia algo que tiene que ser vivido en su lugar de origen.

“Con ello, intentamos ser puente de unión entre la tradición y la creación escénica, sabiendo que les pertenecen a los hacedores de cada una de estas tradiciones. También queremos a través de este pequeño trabajo, honrar la resistencia de la danza y música tradicional de nuestros pueblos originarios”.

Colaboraron en el proceso creativo Patricia Aspiros en la escenografía e iluminación, Ulises Martínez Vázquez en la composición y edición musical, y el propio Enrique Valencia en el diseño y elaboración de vestuario, entre otros artistas.

La pieza fue producida por la Dirección de Danza de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en el marco de México 500, programa cultural, artístico y de extensión, impulsado por la Máxima Casa de Estudios para conmemorar los sucesos que hace quinientos años transformaron el devenir histórico de nuestro país. Su estreno se llevó a cabo en noviembre del 2021 en la Sala Miguel Covarrubias del Centro Cultural Universitario.

Con los 20 espectáculos que integran la segunda edición de Nosotras Somos Memoria se busca mostrar el abanico de propuestas que se hacen en la actualidad con relación a los temas de género. Las mujeres toman el escenario para abordar sus realidades y reflexiones, a través de las artes escénicas.

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19:00: Mujer Raíz (Danza)
Teatro Sergio Magaña
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