Lo que empezó como un juego hace ya casi seis años en las calles del Centro Histórico de la capital se ha consolidado como una de las propuestas más sinceras, serias y, a la vez, divertidas que hay en nuestro país.
Con dos producciones discográficas (No corro no grito no empujo, 2012, y Cada vez, 2014), la agrupación promete un divertido recorrido por todo el espectro de emociones que son capaces de trasmitir sus nueve músicos, que convertirán al público en un integrante más de la banda.