
Los ojos de Ana aborda el conflicto generacional entre padres e hijos, en el que los padres están tan inmersos en sus propios problemas, que terminan por olvidarse de las necesidades de sus hijos; como resultado se va gestando una generación de adolescentes agresivos, individualistas e intolerantes que toman al bullying y la violencia como una manera de señalar a aquellos que son diferentes a sí mismos y que por tanto deben ser excluidos.