Festival de Circo Mayotzincuepa

Hoy no venimos a hacer una varieté. No venimos a mostrar “números”, ni a salir de a uno. Venimos a construir algo que no se arma por partes, sino que late junto: una criatura escénica colectiva, sin mapa, pero con un corazón común.
Esto no es una sucesión de actos, es un manifiesto vivo; un fuego que no pide permiso; una música gitana que se enreda con el cuerpo y con lo invisible. Aquí no brillamos por turno: ardemos en comunidad.
Lo profundo marcará nuestro ritmo. Lo natural será nuestro lenguaje. Lo salvaje, nuestra brújula.
Escuchémonos. Sigámonos. Contagiémonos.