Camille Claudel

Fechas: 

30 sep - 10 oct

Horarios: 
jue y vie 20:00 h, sáb 19:00 h y dom 18:00 h
Costo(s): 
$168.00
Elencos
Con: 
Yuriria Fanjul
Compañía: 
STAGE of the ARTS-México

Basado en la conocida historia de amor y drama de dos genios del arte, Camille Claudel y Auguste Rodin, el monólogo se presenta en esta ocasión con un final renovado y esperanzador. Claudel puede referir a cualquier persona en la actualidad en busca del reconocimiento de su propia voz y expresión: una mujer brillante, que ama, canta, bebe, la traicionan, la abandonan y se abandona.

Sin olvidar la lucha actual de la autonomía de la mujer, la interpretación de Yuriria Fanjul nos deja con el corazón roto, pero sonriendo y cantando.

Treinta años sin tu amor, mil cartas sin respuesta: Camille sin Rodin… Basada en la dramática y pasional historia de amor de dos de los más grandes genios del arte: Camille Claudel (1864-1943) y Auguste Rodin (1840-1917), el monólogo teatral Camille Claudel de la dramaturga contemporánea Gaël LeCornec vuelve al escenario por cuarta ocasión.

Bajo la dirección del coreógrafo Diego Vázquez y con la actuación de la actriz Yuriria Fanjul, la propuesta se escenificará del 30 de septiembre al 10 de octubre, de jueves a domingo, en el Teatro Benito Juárez de la colonia Cuauhtémoc.

De acuerdo a los creadores de la puesta en escena, Camille Claudel puede referirse hoy a cualquier persona que lucha por la autonomía de la mujer o que busca el reconocimiento de su propia voz y expresión independientemente de cuál sea su género. Se trata pues de la historia de una artista que revolucionó la historia del arte, y que ama, canta, bebe, la traicionan, la abandonan y se abandona a sí misma.

No obstante ser una historia que puede dejar al espectador con el corazón roto, también es una versión en monólogo que lo dejará con una sonrisa y una canción a la vida. Es, para empezar, una pieza que la dramaturga franco-brasileña Gaël LeCornec escribió con base en la correspondencia de Camille Claudel, pero también en su imaginación sobre lo que pudo haber sucedido.

La biografía de Camille Claudel dice que, en 1883, con tan sólo 18 años de edad, llegó a París a estudiar escultura en la Academia Colarussi, una época en la que las mujeres no eran aceptadas en la Escuela Superior de Bellas Artes. Su padre había identificado su talento desde niña por lo que, con su apoyo, Claudel se aventuró en una vida que era poco común para la época.

En la capital francesa, Camille se encuentra por vez primera con el célebre escultor Auguste Rodin, quien, también cautivado por su talento, la invita a trabajar en su taller y a posar para él. Ella se convierte en una de sus principales colaboradoras al tallar las manos y pies de las esculturas del maestro y al crear piezas a cuatro manos con él.

Con 24 años de diferencia en las edades, ambos artistas se enamoran y comienzan una relación apasionada y prohibida. Lamentablemente, unos siete u ocho años después, el amor se llena de grietas y el despecho les durará la vida entera. A raíz de este desamor, y de la manera en que Camille se abandona a si misma y se refugia en el alcohol, su madre y su hermano la internan en un hospital psiquiátrico, en donde la abandonan hasta su muerte 30 años después.

Durante esos 30 años de encierro, las cartas que Camille le escribe a su familia y amigos son interceptadas en el hospital por órdenes de su madre, no son entregadas a sus destinatarios, y mucho tiempo después son encontradas y publicadas. Con esta correspondencia es que la dramaturga franco-brasileña Gaël LeCornec arma el rompecabezas de su historia y crea esta obra mezclando momentos históricos y de ficción.

Para Diego Vázquez, director de escena, y para Yuriria Fanjul, quien da vida a Camille, “esta pieza es un homenaje a Claudel y, de igual manera, puede ser un homenaje a cualquier persona que en la actualidad lucha en busca del reconocimiento de su propia voz y expresión”.

“Por lo tanto –agrega Vázquez– en esta ocasión apostamos por una estética que ofrezca al espectador la posibilidad de situar la historia en cualquier época.” La puesta en escena se desarrolla desde el aspecto emocional de la escultora, una mujer y artista adelantada a su tiempo, que lucha por destacar de la misma manera que un hombre a finales del siglo XIX.

En el montaje participan también Edyta Rzewuska en el diseño de escenografía y vestuario, Patricia Gutiérrez Arriaga y Diego Vázquez en el diseño de iluminación y Andrés Solís en el diseño sonoro.

La obra es el primer monólogo en la destacada carrera de la actriz Yuriria Fanjul, y fue reseñado como “una de las tres mejores obras del 2019 en México” por Confabulario, suplemento cultural del periódico El Universal, y está actualmente nominada en la categoría de Mejor Monólogo y Mejor Diseño de Iluminación por los premios de la Asociación de Críticos y Periodistas Teatrales (ACPT) y los Premios Metro. Se presentó en el Festival Una Sola Voz del Insituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL) en 2021 y fue seleccionada por el United Solo Festival de Nueva York, Estados Unidos, en 2020.