
Algo huele a podrido en Dinamarca y Hamburgo, en la colonia Juárez, en toda la Ciudad de México, en todo el país. La patria huele a carroña, a muerte.
En la nación, un Buitre presidente, un mapache secretario de gobernación, una hiena conductora de televisión coludida con el poder y miles de moscas se alimentan de la carroña producida por ellos mismos.
La última pareja de la extinta clase media trata de sobrevivir.