
Dos personajes se encuentran, no se conocen, no se han visto nunca, pero comparten algo: el momento. Por medio de un juego de comunicación entre cuerpos a partir del contacto, muestran pequeños instantes de la vida, en el que el ser humano se conecta el uno con el otro, de maneras inexplicables para así reconocerse como iguales, borrando con esto las fronteras que se han construido ante las diferencias que se impusieron.