El silencio está latente, en ocasiones espera para ser pausa, aliento, espacio o impulso que permite escuchar mejor. También es sensación que comunica, llega por los sentidos y, a través de ellos, le damos sentido.
El silencio no es vacuo, se encuentra vivo, nos acompaña, se devela en sueños, ilusiones, verdades, miedos, dudas y secretos.
¿Qué hay en tu silencio?