Trastocando las tradiciones de su tierra, que lo discriminaban por ser albino y que le impedían, dado su noble linaje, ser un cantante, Salif Keita (Djoliba, 1949) lleva más de cuatro décadas desafiando el orden establecido en Mali, desde que se unió a la Rail Band de Bamako, en 1967.
Comenzó su carrera como solista en 1984, cuando cambió su residencia a París, luego de pertenecer a Les Ambassadeurs Internationaux, la legendaria orquesta que agrupó a los mejores músicos del oeste de África y consiguió éxito continental.
Pionero de la llamada world music con el álbum Soro, donde reveló su genio vocal a Occidente, Keita posee entre su producción discográfica títulos como Ko-Yan, inspirado en el sacrificio y la lucha de los inmigrantes por ser reconocidos lejos de su país natal, y Moffou, considerado una de sus mejores creaciones, donde incluye un dueto con Cesária Évora.
De regreso a Mali, a partir del 2002, donde instaló un estudio de grabación, Keita también ha lanzado La différence, un himno a la tolerancia dedicado a los albinos y Talé, producido por Philippe Cohen Solal de Gotan Project.