En una ciudad, la misma de siempre, cinco jóvenes invitan a los espectadores a ser parte de su aquí y ahora, provocando que de la melancolía, la violencia y la inmovilidad surja la bestia que cada uno lleva y se manifieste en escenas sin trama ni historia determinada, en coreografías e imágenes que se mueven y respiran con la música en vivo.
Nos encontramos con las caricias, los dolores, las fantasías y los miedos impregnados en los cuerpos violentados por la vida cotidiana.