El espectáculo va a comenzar. Todo está listo o casi. Pero hay algo un poquito extraño: las llamadas no son del todo lógicas, la escenografía no está completa y, sobre todo, el técnico ¡está en el escenario!
Todo se complica cuando entra a escena un peculiar mago, el “Homoteatrus”, que atraviesa el tiempo y el espacio con su teatro a cuestas, lleva con él una pequeña maquina Atrapadora de Sueños. ¡Abran espacio para la magia!, aunque hay que admitir que sus números de fakir son un desastre, sea como sea, el espectáculo debe continuar.
El teatro está convertido en una máquina de sueños, y el espectáculo en un viaje al más allá. Un cuento que nos lleva al corazón de los sueños perdidos.