
Una muerte inminente y el peso que por años La Nena ha cargado en su recuerdo. Ella, La Nena, la madre, no quiere morir sola y desea, tal vez, saldar cuentas con aquella a quien le dio la vida. La hija con su vida gris, va a verla y se abre la caja de Pandora. La línea genealógica perpetuada por un amor a golpes, que suena a insultos, que sabe a sangre. Dice el autor que la pieza dramática es un homenaje a su madre, nosotros simplemente nos sentimos identificados. Cuarenta y tantos minutos de un amor-odio entre madre e hija. Bienvenidos al recuerdo.