La última cinta de Krapp

Celebrando a Luis de Tavira
Fechas: 

17 y 18 feb

Horarios: 
Vie 20 h y sáb 19 h
Costo(s): 
$400.00
$250.00
Elencos
Con: 
Luis de Tavira

La última cinta de Krapp es considerado el monólogo con más tintes autobiográficos de Samuel Beckett escrita en 1958. Conmovedora, lírica y sentimental, el autor nos muestra a un hombre que tiene mucho del propio Beckett: de sus amores, de sus pérdidas, de su regreso a Irlanda, de las mujeres de su vida y la crisis que vivió a los 39, para hablarnos de la vulnerabilidad y la fragilidad humana, del paso del tiempo y de la crudeza de la vejez a través de un hombre mayor que recurre a su pasado y se confronta con sus imperfecciones, tanto las de entonces como las de ahora, tal como lo hacemos nosotros cuando volteamos a nuestras memorias.

SAMUEL BECKETT Y LUIS DE TAVIRA UNIDOS EN LA ÚLTIMA CINTA DE KRAPP

Bajo la dirección de Sandra Félix, se escenificarán dos únicas funciones en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris

El Teatro de la Ciudad Esperanza Iris, recinto de la Dirección del Sistema de Teatros de la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México, abrirá sus puertas a la puesta en escena La última cinta de Krapp, de Samuel Beckett, bajo la dirección de Sandra Félix y la actuación del maestro Luis de Tavira.

La propuesta escénica, que reúne a varios de los más destacados protagonistas del teatro mexicano contemporáneo, se presentará dos únicas funciones (el viernes 17 y el sábado 18) en el recinto de Donceles 36.

De uno de los grandes dramaturgos universales, La última cinta de Krapp es considerada el monólogo con más tintes autobiográficos de su autor. Escrito en 1958, se trata de una obra conmovedora, lírica y sentimental, en la que Beckett presenta a un hombre que tiene mucho de él mismo.

Habla de sus amores, de sus pérdidas, de su regreso a Irlanda, de las mujeres de su vida y de la crisis que vivió décadas atrás, y todo ello para reflexionar acera de la vulnerabilidad y la fragilidad humana, del paso del tiempo y de la crudeza de la vejez. La historia se cuenta a través de un hombre que recurre a su pasado y se confronta con sus imperfecciones, tanto las de entonces como las de ahora, tal como se hace cuando se voltea a ver las memorias propias.

Refugiado en la soledad de su oscuro aposento, Krapp celebra su cumpleaños número 69. De pronto, siente la necesidad de escuchar una vieja grabación que hizo 30 años atrás, cuando celebraba su cumpleaños 39.

Busca ansiosamente en el desorden de sus cosas la cinta precisa que contiene la memoria de una noche decisiva en su vida; al localizarla, la oye, la detiene, la adelanta… los recuerdos despiertan una interlocución de su memoria en tres planos temporales: su juventud, su adultez y su vejez.

¿Qué papel juegan los archivos en nuestra existencia actual? hace recordar al filósofo francés Jacques Derrida y su teoría sobre “el mal de archivo”, en la que reflexiona sobre la relación que el ser humano establece con el tiempo, con el olvido y con ese imperativo de preservar el pasado.

Lo paradójico del asunto es que al archivar existe por la conciencia de la finitud, por saber que el tiempo se acaba como la vida en la vejez. En otras palabras, no podría existir el deseo de recordar si no existiera el peligro de perder esos recuerdos.

El ser humano y sus circunstancias, su presencia en el mundo, sus metas y sus fracasos, temas abordados abundantemente en escena por Luis de Tavira, ganador del Premio Nacional de Ciencias y Artes 2006, Premio Universidad Nacional y Premio Álvaro Custodio 2018, además de creador emérito del Sistema Nacional de Creadores del Arte y miembro de número de la Academia de Artes de México.

La puesta en escena corre bajo la dirección de Sandra Félix –miembro del Sistema Nacional de Creadores de Arte 2019-2022–, con un diseño de escenografía e iluminación de Philippe Amand, vestuario de Jerildy Bosch, y diseño sonoro de Rodrigo Castillo Filomarino.