Una mañana, igual a todas las de sus monótonas vidas, Lauro y Valeria toman un microbús para ir al trabajo. Ellos no se conocen, pero han compartido la misma ruta desde hace años. El transporte avanza con normalidad por las calles de la ciudad, hasta que dos asaltantes lo abordan. El Gordo y Jonathan, maestro y aprendiz, no solo roban las pertenencias de los pasajeros: se encargan de dejar bien claro que ellos mandan en la ruta. Hasta que el asalto sale de control. La violencia escala. La tensión aumenta. Uno a uno, los personajes explotan, revelando aquello que ni ellos sabían de sí mismos.