En un mundo de silencio, de naturaleza desplazada, acallada, en una estética artificial y de orden; dos mujeres comienzan a perder su lenguaje hablado. En un intento de comunicarse se aíslan, ¿qué tipo de cuerpo desarrollamos cuando las posibilidades de comunicación, tal como las conocemos, comienzan a perder su razón de ser? Si la vida tiene una esencia original, ¿cómo volver a ella?, plantas reales, enmarcadas por cubos de madera, se han colocado como una instalación en la escena. Un árbol con las raíces visibles representa la extracción de esta naturaleza desterrada. Coreografía: Karina Suárez Bosche Performance: Andrea Krohn y Karina Suárez Bosche