
Cuerpos como bosques se sitúa en las circunstancias que llevaron al levantamiento organizado de la comunidad de Cherán en el estado de Michoacán en contra de tala montes asociados a cedulas del narcotráfico durante 2011.
La propuesta plantea la relación entre una periodista y una joven perteneciente a la comunidad de Cherán que buscan conformar redes de resistencia frente a los actos de violencia, persecución y desaparición forzada entre pobladores y activistas.
CUERPOS COMO BOSQUES, HOMENAJE PARA LAS COLECTIVIDADES QUE HAN ASUMIDO LA CONDICIÓN DE BÚSQUEDA COMO TAREA DIARIA
Bajo la dirección de su autor, Ángel Hernández, se escenificará del 31 de agosto al 3 de septiembre en el Foro A Poco No El texto es ganador del Premio Nacional de Dramaturgia Bellas Artes, Baja California, Luisa Josefina Hernández (2022) Aborda la tala ilegal de bosques, la violencia de género y la labor periodística en ambientes conflictivos
A partir de su trabajo como dramaturgo e investigador de los conflictos sociales contemporáneos en contextos de violencia en el mundo, el creador escénico tamaulipeco Ángel Hernández Arreola (1980) escribió Cuerpos como bosques.
El texto resultó ganador, en 2022, del Premio Nacional de Dramaturgia Bellas Artes, Baja California, Luisa Josefina Hernández, y el acta de jurado dice: “Cuerpos como bosques es una obra propositiva con una temática actual y pertinente que permite, a partir de la relación de dos mujeres –una periodista argentina y una chica joven de Cherán–, reflexionar problemáticas que transcurren en esa región de Michoacán, como la tala ilegal de bosques, la violencia de género y la fragilidad del quehacer periodístico”.
Ahora, la obra es llevada a la escena bajo la dirección del propio autor, Ángel Hernández, y contará con una temporada en el Foro A Poco No de la Dirección del Sistema de Teatros de la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México, donde ofrecerá cuatro funciones, del jueves 31 de agosto al domingo 3 de septiembre.
Cuerpos como bosques se sitúa en las circunstancias que llevaron al levantamiento organizado de la comunidad de Cherán, en el estado de Michoacán, en contra de grupos de talamontes, asociados a células del narcotráfico durante el año 2011. La obra cuenta la relación entre dos mujeres, quienes buscan conformar redes de resistencia frente a los actos de violencia, persecución y desaparición forzada entre pobladores y activistas.
La propuesta reflexiona sobre las problemáticas por las que atraviesa el país, en particular las relacionadas con agresiones y crímenes de odio cometidos en contra de mujeres por su condición social, postura política u orientación sexual, así como del modo en que circuitos de organización ciudadana actúan a favor de crear reductos de colectividad en contra de la violencia (defensas comunitarias).
En la puesta en escena participa un elenco formado por las actrices Dalia Xiuhcoatl, Sonia Couoh, Regina Flores Ribot y Guadalupe Anaya. El equipo lo completan Rodolfo Suárez en el diseño de espacio, Lucero Arreola en el diseño de vestuario, la musicalización está a cargo de Gustavo Pineda, la música original y diseño sonoro son de Lola Barajas, y en la producción Adriana Rodríguez Sarasqueta, todos bajo la dirección de Ángel Hernández.
El concepto artístico que aborda la propuesta se basa principalmente en dar sentido y enfoque al carácter actoral, con la reconstrucción del imaginario de una lucha social que se instala en el contexto de la defensa al derecho irreductible de justicia y autonomía.
Asimismo, se pretende diseñar un dispositivo minimalista y significativo en relación al suceso, que permita accionar de manera eficiente el transcurso de la escena, que potencie las alternativas de búsqueda y exploración dramática, explica el propio dramaturgo.
En ese sentido, Cuerpos como bosques se propone como “un proyecto que amplía las perspectivas de tratamiento escénico en relación a un acontecimiento neurálgico en la vida de nuestro país, y que detona nuevos cuestionamientos sobre la condición de resistencia social por medio de las teatralidades contemporáneas”.
Al otorgarle el Premio Nacional de Dramaturgia Bellas Artes, Baja California, Luisa Josefina Hernández, el jurado reconoció: “El texto representa una forma de conmemoración y homenaje para las colectividades que han asumido la condición de búsqueda como tarea diaria, explorando territorios, en donde se asegura que ‘existen fosas y existen cuerpos y existen formas de entender el duelo’”.
Ángel Hernández es director del proyecto Teatro para el fin del mundo, un programa de intervención y ocupación escénica de espacios en ruinas condicionados por la violencia. Ha caracterizado su trabajo por la aplicación de acciones documentales en países que han resistido conflictos armados durante los últimos años, como Afganistán, Bosnia y Herzegovina, Camboya, Franja de Gaza, India, Japón, Kosovo, Marruecos, Polonia, Ucrania, Vietnam y México.
En su carrera ha obtenido el Premio Nacional de Dramaturgia Altaír Tejeda de Tamez 2011 con Aproximación al interior de una ballena, y el Premio Nacional de Dramaturgia Víctor Hugo Rascón Banda 2012 con Padre fragmentado dentro de una bolsa, pieza distinguida en 2015 con el premio del público y del jurado del Festival Heidelberger Stuckemarkt de Alemania.