Felipe Montero es un joven historiador, que es contratado por doña Consuelo, viuda del general Llorente, para traducir las memorias de su difunto marido, con la condición de que deberá quedarse a vivir en su lúgubre casa en la calle de Donceles. Ahí conocerá a Aura, una enigmática joven, sobrina de la anciana, quien se encarga de ayudarla con las labores domésticas, y por la cual Felipe sentirá una particular atracción. La extraña relación entre la anciana y la joven lo llevará a pensar que la vieja mantiene como prisionera a la sobrina, por lo que hará todo lo posible por liberarla. Sin embargo, pronto descubrirá que la dependencia de Aura hacia doña Consuelo va más allá de lo imaginable.